miércoles, 8 de septiembre de 2010

WILLIE COLON: SU DETENCIÓN EN EL PERÚ Y LLEGÓ LA BAMBA



Como lo señala una de las más connotadas estudiosas en el mundo, sobre el Derecho de Autor, la Dra. Delia Lipszyc: “EL PLAGIO” consiste en hacer que aparezca como propio lo que pertenece a otros, asimismo existe PLAGIO todas las veces que un autor toma alguna cosa que es propiamente la creación de otro y procura hacerla pasar por suya, pudiendo ser un elemento de fondo o de forma, una situación, un desarrollo, una simple frase. Esta usurpación de paternidad puede producirse de diversas maneras, puede ser que el plagiario pura y simplemente suprima el nombre del autor verdadero, sin tocar en lo absoluto el contenido de la obra o que extraiga partes importantes de ella para incorporarlas a la obra plagiada. El primero de los casos se denomina imitación servil y el segundo imitación elaborada o inteligente. Además que lo esencial para la caracterización del PLAGIO es que haya apropiación de las manifestaciones originales y novedosas, entendidas como resultado de la actividad del espíritu, que evidencia individualidad y creación. En todo caso, lo que evidencia la existencia de PLAGIO en su elemento material es precisamente la falta de originalidad, la forma de expresión, la IMPRONTA DEL AUTOR ORIGINAL.
El peruano Walther Fuentes no es un artista conocido por las multitudes, pero sí uno de los compositores vivos más talentosos, por su gran manejo de la armonía y su respeto por nuestro idioma, el castellano, tan maltratado por los autores de hoy en día, no importa, son tiempos de resultados, porque ya no interesa jugar, tocar, cantar o componer bonito. Pero mi estimado lector si usted no conoce a este compositor, sí lo conocen y lo han cantado: Eva Ayllón, Cecila Bracamonte, Cecilia Barraza, Pedrito Otiniano, Yola Polastri entre otras grandes figuras nacionales.
Pero citando como siempre a Serafina Quinteras, "la suerte la titiritera", quiso jugar su as de espadas con aquel muchacho entonces de veinticuatro años, que haciendo tiempo en una de las presentaciones en la orquesta para la que tocaba el bajo, compuso la famosa "Llegó la Banda", cosas del destino, esta canción armónicamente, no es nada del otro jueves, en relación a las bellas letras y melodías que él ha escrito, pero es la que más dolores de cabeza y frustraciones le ha dado.
Recuerdo haber aprendido a tocar guitarra entre los años 1971 a 1974 y las canciones con las que "chapaleaba" tan bello instrumento, que luego se convirtió en mi eterna compañera, eran entre otras: "Puerto Mont" en baladas, "Alma, Corazón y Vida" en valses criollos, "Una copa más" en boleros y "Llegó la Banda" en salsa, ¿saben porque?, sencillo, al aprendiz de guitarra, al músico de banca de parque, al serenatero de barrio que fuí, le era apropiado para quedar bien con las hembritas, tocar canciones con tres o cuatro acordes y una de esas era la que ahora es materia de estas líneas; así que no diga el extraordinario músico y arreglista don Willie Colón, que ese tema es suyo, esa canción ni siquiera le perteneció a mi amigo Walther Fuentes, por supuesto que él la compuso, pero esa canción la hizo suya, el barrio, la esquina y el pueblo de Lima de aquellos tiempos; la bailabamos con la familia cuando la radiola Telefunken de mis padres animaba los tonazos en mi casa, allende la cuadra nueve de Bolívar en la Victoria, hoy conocida como la avenida Bauzate y Meza, que recuerdos; viejo tu que ahora moras en otras latitudes y que me enseñaste a la Matancera, al trío Matamoros, a Toña La Negra y que bailabas con la vieja y toda la familia, y que junto con la gente del barrio, en los tonazos de año nuevo, al compás de "Llegó la Banda" interpretada por el tío Enrique Linch y su orquesta, hacíamos ese interminable trencito; sucede, que esa tonadita no nació en el Perú o sea nosotros no la bautizamos, es de Nueva York, del Bronx, viejo, eso no lo cree ni quien la inscribió malamente como suya.
No voy hablar de la cinturita que esos trencitos me permitía acariciar tímidamente, por eso es que me acuerdo como si fuera ayer que cuando se tocaba "Llego la Banda", en ese entonces al torpe lobezno estepario que fuí, sabía que había llegado la hora de bailar y tocar las manos y acariciar la cinturita de la mujer que amé con toda mi alma y todo mi silencio porque ni ella, ni su uniforme escolar supieron que algún día la quise tanto como se aman los recuerdos de la juventud y el colegio.
Es probable que en estos momentos el famoso Willie Colón se encuentre en primera clase en un avión rumbo a Lima, donde se presentará con su gran orquesta y que el día de la conferencia de prensa los periodistas de este país, no tengan prohibido las entradas al espectáculo, ni a disfrutar luego de un sabroso buffet, pero sí tendran prohibido el preguntar sobre este escandaloso plagio en desmedro del maestro Walther Fuentes, y cosas de la vida, estoy seguro que luego de la conferencia, el aperitivo será un agradable piso sour, tan peruano como "Llego la Banda".
Bueno, como diría Friedrich Nietzche: "de las personas muy inteligentes empezamos a desconfiar cuando se quedan perplejas", así que me voy temparno a cama hipócrita lector, porque mañana tengo que vestirme de ese abogado al cual recurro para subsistir y estar a las ocho horas en el Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Especializada en Propiedad Intelectual, porque hemos solicitado la detención de tan afamado músico, espero que la perplejidad de don Willie, sea la felicidad de don Walther, recuerden la canción que interpretaba Lavoe: "todo tiene su final, nada dura para siempre.....".


Esta interpretación nos demuestra que hasta la fecha sigue ejecutándose el tema de don Walther Fuentes, cuyas regalías son cobradas por Willie Colón.

1 comentario:

  1. El salsero ha sido acusado en el Perú de haber plagiado el tema musical "La banda", compuesto por el peruano Walter Fuentes en el año 1973 con el título de "Llegó la banda" y que Willie Colón difundió como "La banda".
    El caso del supuesto plagio llegó a la justicia tras un litigio del músico peruano por varios años con la disquera Emusica Récords, la casa editora del salsero.
    Según Oscar Arenas abogado de Willie Colón presentó a la prensa una factura de Fania, la antigua agrupación del salsero, documento que demostraría "que la envoltura del 'long play' (disco de larga duración) 'Asalto navideño' se mandó a imprimir en 1973, es decir, meses antes que se inscribiera la supuesta autoría de la canción. En ese disco se lanzó “La banda”.
    El abogado explicó que según los documentos de la Fania, el álbum “Asalto Navideño” se mandó a hacer en mayo de 1973, cuatro meses antes de que Fuentes lo inscribiera en la Apdayc. “Es un plagio de Fuentes”.
    Asimismo, explicó que el salsero no fue detenido sino que decidió comparecer por este caso, y aseguró que no tiene impedimento de salida del país.
    La titular de la Segunda Fiscalía Provincial Penal para delitos de propiedad intelectual, Lucila Cabrera, formalizó una denuncia contra el cantante por el supuesto delito contra el derecho de autor en la modalidad de plagio, después de recoger la manifestación del salsero de origen puertorriqueño.
    Según el artículo 219 del Código Penal peruano, el delito de plagio se sanciona con una pena de entre cuatro y ocho años de prisión
    Por el principio de legitimación el contenido de las inscripciones se presume cierto mientras no se declara judicialmente su invalidez o se haya producido su rectificación. Es decir, brinda una presunción relativa de exactitud y validez de las inscripciones, lo que significa que el titular (Walter Fuentes) de un derecho no puede ser privado del mismo sin su consentimiento. Puede ir contra del principio de legitimación.
    En este caso por el principio de publicidad se presume, sin admitirse prueba en contrario, de que todos están enterados del contenido de las inscripciones, en este caso sobre la inscripción de la música y letra del compositor Walter Fuentes con su tema musical “Llegó la Banda” a lo cual el Señor Willie Colón debió cerciorarse sobre la existencia de dicha inscripción. Esta presunción es "juris et de jure" porque no se admite prueba en contrario porque nadie podrá alegar desconocimiento o ignorancia de lo que aparece inscrito en las formas y/o fichas de inscripción que constan en los Registros Públicos, ni de los títulos que dieran mérito para su respectiva inscripción, los que se encuentran archivados.

    ResponderEliminar