KIRI Y LA PAJA EN EL OJO AJENO

Definitivamente para mis amigos de la APDAYC no soy una estampita que ellos llevan cerca de su corazón, nuestros econtronazos con sus connotados líderes durante ciertas batallas han dejado la heridas propicias para ser removidas cuando el interés por el desinterés amical aparece súbitamente, sabe Dios porque razones, que finalmente ni me interesan.

Siempre he creído que lo que genera más adrenalina es pelear contra la gente que ostenta mucho poder, es que este bloguero escribidor con algunas batallas encima que materializan experiencia en el arte de la guerra judicial, tiene muy poco o casi nada que perder; siempre recalco a mis sufridos alumnos en la Universidad (es que realmente admiro su nivel de tolerancia para conmigo y mi caprichosa burla personal), que si se van a dedicar al artesanal oficio de la defensa, es decir, si no piensan ser jueces, fiscales, catedráditicos, políticos, asesores, eminencias sin más mérito que el de cientos de cartones que acredientan miles de estudios hasta en ciencias ocultas, deben tener en cuenta que cuando más aburguesados se encuentren y más dependan de algún poder o poderodoso ídolo de barro lenguaraz y mentecato, les costará tremendamente dar batalla, el abogado defensor sólo debe tener por fortuna: su torpe aliño indumentario, eso lo hará difícil presa, para sus eventuales cazadores.

En estos días en que Achoridópolis parece una cámara crematoria gigantesca no sólo por el calor, sino por las cosas estúpidas que se cocinan y dicen, cayó en mis manos una entrevista a don Daniel "Kiri" Escobar, publicada por el Diario 16 y titulada "La APDAYC es una central en la que se cocinan cuasi faenones", en la que el cantautor acusa entre otras cosas "que la directiva de esta asociación, enquistada desde hace once años en el poder, viene realizando manejos con el dinero de la entidad. Escobar reveló que existe un carrusel de “préstamos” que viene otorgando la directiva a personajes, entre los que se encuentra el actual candidato al Congreso por Fuerza Social, Julio Andrade, el cual estaría debiendo, además, fuertes sumas a la institución".

El candidato de la caviarona Fuerza Social como Nº 15, no es mi amigo, sé que es un cantautor que se gana la vida de la misma manera como se la gana Kiri, con guitarra en mano y cada uno con el público que escoge escucharlo, personalmente para mi gusto izquierdoso mi elegido es el Kiri y no Julio; pero eso no tiene nada que ver, que en pleno proceso eleccionario, plagado de insultos, diatribas y groserías, coincidentemente se trate de ventilar la situación económica financiera de Julio Andrade en la APDAYC, no pretendo defenderlo, pero esto suena a pichanguita de política criolla, a una vulgar "bajada de llanta", que es una especie de corolario inservible en nuestro país. Me parece que lo correcto sería hacer estas denuncias a los ahora candidatos, fuera del proceso eleccionario, y dejar que la voz del pueblo, que es la voz de Dios, de manera sonora, rítmica y afinada elija a su Congresistas, evitando estos espectáculos de pacotilla y de cómicos ambulantes, que manchan honras y atacan a mansalva.

Si don Julio está postulando la mejor de las suertes, probablemente mi voto no haga la cruz en su FS 15, pero si la suerte lo acompañara no olvide que este país tiene para con los artistas y los creadores, temas urgentes que atender, entre algunos, lo del cumplimiento de la ley y el reglamento del artista en cuanto al pago de la seguridad social por parte de los empresarios es imperativo, no podemos vivir mendigando al Congreso pensiones vitalicias, necesitamos gente que reivindique un derecho adquirido y asi renunciar a situaciones humillantes por parte de los hacedores de la cultura en Achorilandia, suerte Julio, como suerte a todos los artistas que con la seriedad requerida, postulan esta vez al parlamento peruano. Julio Andrade se la ganó, se la jugó con Susana en una trascendental victoria y vuelta de las izquierdas al poder, enhorabuena por él, que la oportunidad se materialice en una victoria en la urnas.

Siempre he renunciado a ponerme la estrellita de Sherif de la propiedad intelectual, porque mi alma pertenece a ese purgatorio eterno, de donde no escaparé a pesar que los viajeros del camino de los absurdo me pongan millones de velas, pero creo que mi apreciado y bien ponderado cantautor del "Jirón de a Unión" no es la persona idónea para perseguir a los malos del viejo oeste de su imaginación.

Primero hay que responder por su obligaciones morales para con los que se dice defender, que son los artistas, luego podremos acusar, por eso yo no acuso, ando muy encontrado con algunos gaznápiros del Ministerio Público, sólo defiendo, si es que puedo.

Recuerdo que a mitad de esta decada, cuando ejercía mis oficios de asesor legal de la Asociación Nacional de Artistas Intèrpretes y Ejecutantes (ANAIE), luego de publicado el tarifario y vencidos los treinta días que la ley ordena para que este tenga plena vigencia, preparé invitaciones a conciliar a los poderosos canales de televisión y a la Telefónica del Perú, para que estos cumplan con pagar los adeudos a los actores que ascendían a mas de doce millones de soles, usted lo sabe don Kiri, eran doce millones de soles y ese es dinero de los actores: pero usted y el presidente de aquel entonces, se opusieron abierta y constantemente a que esa cobranza se efectuara a través de un proceso judicial, guardo en mis archivos las copias de las demandas y las solicitudes de embargo contra los poderosos medios de comunicación, que nunca se firmaron, ¿lo recuerda o ya lo olvidó?, desde este blog mi saludo y aprecio a don Enrique Victoria, que se fajó por esta cobranza, él es uno de los testigos presenciales de este hecho repugnante, me imagino que los otros callarán, el silencio tiene dos cosas hipocrecía y falta de testosterona y a la miércoles con el dinero de los actores, eso es Achorilandia.

No hace mucho, escuché la conversación de dos artistas que hablaban de la importancia de la separación de las sociedades de gestión de actores y músicos y entre otras cosas comentaban, que los músicos eran los que más cobraban y que los actores prácticamente eran los que casi nada generaban en la ANAIE, claro cómo no va a ser cierta tan equivocada premisa (que me disculpe el castellano), si los millones de soles que deberían cobrar no se cobraron y por ende no se repartieron, luego de haber tomado la decisión de oponerse al cobro legítimo del dinero de los actores, pedirá don Kiri Escobar, que la pontificada Dirección de los Derechos de Autor intervenga, que va a intervenir, recuerdo que dicha oficina admitió y declaró fundada una denuncia contra la ANAIE en favor de Telefónica y los canales de televisión, cuando ellos ni siquiera son competentes para admitir denuncias de usuarios, porque esa es una oficina creada solamente para atender denuncias de los autores, compositores y creadores, increíble.

En otra parte de la entrevista en el susodicho diario, el amigo Escobar señala: “La mayoría de asociados temen hacer denuncias por evitarse las represalias en su contra, por lo cual dejo constancia que a partir de este momento mi integridad física queda expuesta y pido a las autoridades se me brinden todas las garantías personales. Hago un llamado a todos los autores del país a secundar esta cruzada, lo mismo que a todos los candidatos y autoridades y fuerzas sanas del Perú para apoyar mi demanda, pues es de justicia”. Al respecto una reflexión, que bueno que existan asociados que dicen ser la mayoría que temen represalias, habría que preguntarse cuántos asociados han ingresado en los últimos diez años a la APDAYC, bajo la gestión de Massé; porque en la ANAIE cuando usted era parte de la directiva y estaba a cargo de la comnisión de admisión o algo así, no había asociado que pudiera quejarse, ¿sabe porqué? porque usted no permitía que ingresaran, violaba los derechos más elementales don Kiri, a la libre asociación, a la libertad, a la creación, al derecho de elegir, de ser elegido, al debido proceso, a la defensa (porque nunca me notificó las causa de mi exclusión), a la vida misma, porque crear es la vida misma, ese era usted, hasta ahora tengo mi solicitud de ingreso a la ANAIE, que usted rechazó valiéndose de triquiñuelas que ahora le repugnan, por favor, ¿o va a decir que yo no soy intèrprete y/o ejecutante?.

Si los de la APDAYC son tan malos cómo usted dice, poque ellos si me aceptan como asociado, a pesar de mis discrepancias. También fuí ganador como autor y compositor de un FIDA (Festival APDAYC) no siendo un beatito al que ellos rezan. ¿Quien es el tirano, quien no respeta los derechos humanos del prójimo señor Sherif?, usted impidió mi justo ingreso como asociado a la ANAIE, en conclusión, el angel sabe más de parrillas que el mismo demonio........ como siempre la paja en el ojo ajeno.

Bueno, por ahora los dejo hipócritas lectores, estoy leyendo un artículo publicado en la última edición de la revista de Gaceta Jurídica del Dr. Beaumont Callirgos sobre la sentencia de los Toros en el Tribunal Constitucional, la misma que también es comentada y citada por la Dra. Marianela Ledesma, el Dr. Marcial Rubio Correa, la Dra. María del Pilar Cármen Moreno, el Dr. César Landa Arroyo, entre otros juristas que han tenido a bien comentar al respecto. Dicha demanda fué ideada, confeccionada y defendida en el alto Tribunal por este abogado y su equipo de trabajo de la Gerencia de Asesoría Legal de la Municipalidad del Rímac, y suscrita por Luis Lobatón y cinco mil ciudadanos, prometo un próximo artículo sobre aquel importante logro de la comunidad rimense.

Mañana me reúno con don Jorge Denegri en aquel entonces comandante en jefe de esa gran batalla legal que libró el barrio de abajo el puente ante el supremo intérprete de nuestra constitución, para con un café ajustar algunos puntos que creo importantes para ese artículo, es que las grandes victorias sólo se obtienen cuando tienes todo el apoyo de la alta dirección y trabajas eficientemente en equipo.
A propósito mi estimado Jorge, ahora nos dicen langostas: "unos espantapájaros, nos están cocinando vivos", por eso amo mi Achorilandia. Gracias por los puñales, como siempre llevan apellidos conocidos.