Decía mi madre, que hoy mora en otras latitudes: "una de las cosas más hermosas, que pasaron en mi vida, ha sido el insomnio que me enseño a soñar despierta" y si algo aprendí del insomnio que duerme conmigo, es que debes tener los ojos abiertos para ver como llega la sonrisa, la felicidad, la infancia de vuelta, cuando piensas que si algún premio quisieras ganar, como Mario Vargas Llosa el Nóbel, yo quisiera volveme a ganar el caramelo de perita con que la abuela Coti nos premiaba, las pocas veces que con el Nano nos portábamos bien.
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