viernes, 24 de diciembre de 2010

LA ALEGRÍA DE LA NAVIDAD







Creo que la mejor receta para ser feliz en Navidad la encontré en la infancia cuando era un gnomo y travieso habitante de la casa del abuelo Leoncio, él representaba a esa estirpe perdida en el tiempo, esa de los viejos sabios, llenos de la ternura que sólo te pueden dar los apacibles otoños de quien amó dejando el corazón en cada instante; papá Loncho, como le decíamos tiernamente, a su alrededor congregaba toda la familia, la abuela Coti, matrona legendaria con mando e imaginación femenina, ama y señora de ese chicote de tres puntas que nunca me alcanzó, intentando castigar las infinidades de travesuras que rompieron mil objetos en su casa y cuyo eterno cómplice fué mi hermano Fernando llenando de goles imaginarios de nuestro equipo el Municipal los vidrios rotos de las ventanas de esa casona de nuestros juegos y sueños de niños insoportables para cualquiera, menos para los abuelos. Es que la cuadra nueve de Bolívar en La Victoria, fué el encuentro con los nuestros, mis padres, mis tíos bohemios y mis primos que simplemente eran mis hermanos.
El tiempo trae recuerdos de Navidad es inevitable, como la inquieta juventud ayudando a mi madre a preparar el pavo navideño perfecto, ella ahora mora en otras latitudes, pero esta noche vive en nosotros, en esos pequeños detalles de ternura que le regaló a sus hijos y luego a sus nietos.
Que, la Navidad sea hermosa para todos ustedes, que el nacimiento del Todo Hacedor llene de amor a vuestras familias y que la nochebuena derrame bendiciones sobre todos los que aman. HOZANA HOZANA ..... HA NACIDO EL REY DE REYES.
Como regalo de Navidad les entrego los secretos del pavo de Gollomina, mi madre:
- Un pavo de 10 kilos.
- Embadurnarlo primero con 80 gramos de mostaza (me contaba mi vieja que este secreto se lo enseñó la tía Olga Salazar, la mamá de Barbarita Romero), luego sal, pimienta, comino al gusto.
- Luego de 5 minutos se agrega sillao, sumo de cuatro limones, dos copitas de pisco quebranta, algo de Coca Cola, dos cucharads de azúcar y mantequilla.
- El relleno esta vez lo preparé con medio kilo de carne molida de res, frutas secas, 4 huevos picados y 200 gramos de tocino; y al horno sin descuidar que el pavito pierda la humedad.
- No pretendan que la carne del pavo tenga un sabor especial, no se olviden que es una carne muy noble, simplemente eviten que esté seca. Lo agradable del pavo es que la mesa esté combinada con sabores dulces, agridulces y salados.
A cenar en familia y a cantar villancicos, el niño Manuelito los bendiga.