jueves, 28 de julio de 2011

EL MUNI: SATURNO DEVORANDO A SUS HIJOS.

José y José, ídolo de la canción romántica, conocido como "El Principe", cantaba: ".......te dije que te quiero, te dije que te adoro, ....... te dije que tu alma y mi vida se juntan, que siempre seré tuyo del altar a la tumba"; asi es, del altar a la tumba, como es el amor que siente la hinchada por el glorioso Centro Deportivo Municipal, lo de ayer fué un ritual donde el eros y el thanatos se juntan para siempre, como parecen estar ligados la dicha y la desgracia, el amor imposible y el suicidio, la guerra y la paz, y el blanco con el rojo.


Teníamos las lágrimas en los ojos, la cólera en los puños, la deseperación en las bocas, un cerebro que en ese momento era el órgano más inútil y un corazón que latía al compás del golpe del bombo de nuestra famosa "BANDA DEL BASURERO", si, lo escribo con mayúsculas, porque barra igual no he visto en mi vida.


No estábamos para celebraciones, otra vez nuestro equipo era confinado al infierno mismo, culpables, ya no es tiempo de buscar culpables, venimos buscándolos hace más de una década y sólo encontramos imbéciles que han manejado el club con una soberbia y un ego más grande que el vagazo del gordo Alan García. Creo que en el último lustro nuestro club ha impuesto una máxima: "si eres hincha del Muni estás hecho para sufrir, si eres dirigente del Muni estás hecho para la soberbia".


Lo de ayer fué patético, sobrecogedor, el hincha del Muni no se merece esto, porque el hincha del Muni va al estadio, paga su entrada, alienta, soporta, tolera, grita, rie y llora desconsolademente cuando a su equipo le pasa esta desgracia de estar confinado en una liga donde los rivales juegan en canchas de piedra y arena, y no tienen siquiera agua potable, duchas, camarines, chimpunes; donde los propios jugadres del equipo adversario hacen su "chanchita" para comprarse camisetas nuevas, porque ese día jugaran con el famoso Deportivo Municipal y se tomaran fotografías posando con el fondo de la tribuna llena por el blanco y rojo de la afamada hinchada del equipo de la comuna. El hincha del Muni, ahora no sólo sufre con lo que le pasa a su equipo, sino con lo que le pasa a él como castigo a esa fidelidad, porque a la salida tiene que arriesgarse a ser apedreado o achuchillado por una turba de pirañas y matones de mala muerte que dicen ser la hinchada del equipo adversario. Pero el hincha del Muni todo lo soporta con estoicismo, sólo por ver los domingos flamear las banderas bicolores y ver en un campo de juego, que ahora más parece pista de combate, a once hombres que tienen que tener el orgullo y las angaripolas de vestir las sedas de tan afamado equipo, el hincha del Muni sólo le pide a Dios vida para seguir viendo su camiseta, esa camiseta con la que he soñado desde niño, con la que he vivido mis más grandes alegrías y con las que he sufrido felizmente acompañado de toda, pero de toda mi familia que es hincha a muerte de este equipo y que hoy día guarda riguroso luto, porque los guerreros sabemos enterrar a nuestros muertos, curar a nuestros heridos, recomponer nuestras tropas y volver a la batalla, porque soñamos que algún día el Muni volverá.


Lo cierto es que la querida Academia a excepción de nuestra fanaticada que es de Primera División, es ahora un equipo amateur, porque nuestro entrenador y nuestros dirigentes son amateurs, es la verdad; porque ellos jamás han dirigido en la profesional, no pueden, no saben, no son capaces, hay que decirlo con todas sus letras. El año pasado le creyeron a un vendedor de cebo de culebra, a quien recomendó otro mequetrefe que no sabe nada de fútbol a pesar de comentarlo y comentarlo tan mal, dijo es infeliz, que las deudas en ametur no se pagan y como le hicieron caso, luego nos aplicaron los laudos necesarios para quitarnos puntos y mandarnos al infieno mismo, porque ya sabemos que una cosa es la etapa regional, en la que te encuentras a una docena de partidos de ascender y otra cosa es la liga distrital, en la que te encuentras a mil partidos de encontrar un halo de luz.


Si la novela "Crónica de una muerte anunciada" del gran escritor colombiano Gabriel García Márquez tiene una segunda parte, definitivamente quienes la escribieron en los últimos partidos de esta campaña fueron en coautoría, el braquicéfalo e inexperto Aristóteles y los ingenuos de AKD SA, que no supieron manejar el quipo cuando esta empezaba a complicarse, producto de tan exigente campaña. Quiero entender que se trató simplemente de una estupidez que es lo mismo que la soberbia, que es la antesala del fracaso y no de un acto de corrupción tan común en nuestro país, porque hacer lo que hizo ese inefable entrenador con la tácita reverencia de los dirigentes, es propio solamenmte de la literatura mágico realista de uno de los más insignes escritores de la lengua castellana como lo es el buen Gabo o de la mitología griega, en la cual el dios Chrono (Saturno en la mitología romana) simplemente se devoraba a sus hijos.


Probablemente nuestro malhadado director técnico llegó a su techo intelectual y sicológico los días en que el Muni jugaba, ganaba y gustaba en dos campeonatos a la vez, como lo era el interligas y el torneo intermedio, y en el que definitivamente apareció como uno de los favoritos para ganar la Copa Perú, torneo nunca jamás obtenido en cuarentaintantos años, por equipo de Lima Metropolitana alguno. Lo del sábado pasado fué increíble, le regaló el partido al Pacífico de San Martín de Porres, un equipo mediocre y ganable, porque alineó en el once titular a nuestro arquerito suplente de diecisiete años, dejando en banca al titular, el buen "Banana" Ruiz; de esta forma hizo que nos encajaran dos goles facilitos en el primer cuarto de hora del partido, perdió dos cambios y condicionó a que alguno de nuestros mejores jugadores se lesionara, porque con el afán de ganar y en esas circunstancias, se exponían innecesariamente en las pelotas divididas. Lo de ayer ya fué patético, el Muni se encontraba con el cáncer de la estupidez generalizado, el sida de la informalidad en etapa terminal y por ende internado en la unidad de cuidados intensivos, con ese doagnóstico, los que dirigen ahora a nuestra gloriosa Institución apelaron a todo menos al uso de las neuronas y el Ascope un equipito de barrio dió fácil cuenta de nosotros y se inscribió en la historia de quienes nos han humillado hasta los más profundo del alma, como la ahora inexistente Peña Sporting, que el año pasado con dos goles de Ruiz Cossío, volante que en esta temporada fué uno de nuestros mejores jugadores y a quien ni siquiera tenían en el banco de suplentes en los últimos partidos; es decir, el Echa Muni se comió a sus propos hijos, como ese dios de la mitología griega y romana al que hacemos alusión y como bien lo señala Freud, la expresión humana de Saturno está íntimamente ligada a la melancolía y depresión, ahora inevitable estado de ánimo de nuestra hinchada.


En el Muni todos nos conocemos, existen grupos de hinchas cuya afinidad los junta, es como los toros en Acho, luego del espectáculo viene la infaltable tertulia taurina, igual los hinchas ediles luego del partido nos reunimos para comer un anticuchito, un pollito a la brasa, tomarnos un vino, comentar las incidencias y hablar de nuestras cosas. Pero ayer estábamos sentados y no teníamos hambre, ni ganas de hablar, ni de reirnos; bueno son las once de la mañana y en la familia nadie convoca al desayuno, es que no tenemos ganas de festejar nada, porque el Muni y nuestra patria el Perú que nos presta sus colores, somos simplemente una historia de bien intencionadas personas y gente impecable, pero también de una clase dirigente felona, traidora y aprovechada, que siempre anda buscando excusas parta vender la patria por apetitos personales, sí, como el general Miguel Iglesias cuando pedía rendición y tratado con Chile, bajo el pretexto que ya no dábamos para más, mentira, la olirgarquía tenía que detener como sea el auge de las tropas de Cáceres, que por el contrario se encontraban en su mejor momento, prueba de ello es que le habían hecho morder el polvo de la derrota al enemigo en Pucará, Concepción y Marcavalle.


Lo que se viene todavía es peor, hay que pagar cinco mil dólares mensuales a la agremiación de futbolistas y no sé si los que nos mandaron al infierno tendrán plata para honrar estas deudas, sin recaudación y sin tener al equipo en actividad. De no cumplir con los pagos probablemente nos desafilien un par de años o nos quiten veinte puntos, no lo sé, pero no hay tiempo para llorar, hay que seguir peleando, sí como Cáceres dando batalla aunque sea tirando piedras contra balas, como Bolognesi quemando el último cartucho, es que hay causas imposibles y el Muni lo es, pero que hermoso es morir luchando con la blanquiroja en el pecho. FELIZ ANIVERSARIO CENTRO DEPORTIVO MUNICIPAL, FELICES FIESTAS PATRIAS PARA TODOS.

























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