martes, 20 de octubre de 2009

LA EDAD INMADURA Y MI PROMO 77 D DERECHO SAN MARCOS LA MEJOR DEL MUNDO


Muchachos, perdonen, pero a veces me intereso poco por leer los correos, sinceramente ando muy ocupado tratando de leer mi mundo, no a través de la grafía sino de la sabia y primigenia capacidad de las mujeres del ande, lugar de donde tambié provenía mi nana, quien me enseñara a leer con la abuela, la vida a través del color del cielo, de la sonrisa dulce de un niño, de la sequía y del inmenso placer que me genera conversar con los apus y los aukis de mis antepasados, los que me llevan a reencontrar a los seres de mi infancia, que hoy moran en otras latitudes.

Debo reconocerlo, me quedé en la edad inmadura, aquella en la que los chocolates priman sobre un fascista tazón de quáquer con leche, en la que basta un gol que define el partido contra el clásico rival, cuyo equipo no tiene otro nombre mas odiado que: "los del primer parque", un gol con sabor a barrio, de esos que siempre van a existir en mi alma impregnada de sueños de libertad y de amores furtivos como las noches de esta ciudad que amo tanto como el insomnio que mi siquiatra no puede curar.

Algo debo haber ganado en la vida supongo, estimo que mi fama de bohemio y eso se contrapone con la madurez, es que realmente y perdónenme esta sincera confesión, los sigo viendo igual al primer día de clases en la Universidad, debe ser porque el segundo día ya no asistí y me he visto obligado a registrar vuestra patibularia imágen en mi endeble memoria.

Como seré de inmaduro, que en mi biblioteca personal, impropia para un intelectual, porque ese título se lo otorgo con todo reconocimiento y afecto al buen Emilio Bustamante, sino simplemente del curioso fetiche que soy, guardo un inenarrable libro, que se titula "Ciencia Penitenciaria" el nombre del hacedor de esa materialización de la mediocridad es Alejandro Solís Espinoza, dice además: Doctor en Derecho y Psicólogo, Profesor de Ciencia Penitenciaria y Criminología de la UNMSM.... que personaje!.... Santo Dios!, el buen Víctor Hugo lo bautizó como Superman, es que siempre andaba con la misma ropa, yo no sé cómo lo hizo pero en los doce años que pasé en el pre-grado en nuestra Facultad (llevé quince veces su aburrido curso) el tipo vistió con el mismo terno y yo lo vì con mis mismos ojos.

Julio César decía: "es imposible no terminar siendo lo que otros creen que uno es" y definitivamente, creo y estoy seguro que soy lo que ustedes creen que soy y llevar quince veces el mismo curso, no tiene nada que ver con la madurez, por lo que me permito discrepar con el buen Pepe Landeo, aunque esforzando mi sinceridad, creo que dicha discrepancia se debe a que provenimos de diferentes tribus, si bien el mantaro acaricia las orillas de los pueblos de nuestros padres, nuestras plumas y cánticos de guerra son distintos, debe ser simplemente eso, una inmadurez congénita, endógama, matriarcal y tribal de los Wancas, lo de los Xauxas se lo dejo a Pepe y me muero de la risa pensando que en sus ceremonias rituales tiene que compartir el mismo color de pluma con Carlitos Caparó, ahora un prestigioso catedrádito de la Facultad de Derecho de la Universidad Villarreal, con quien de vez en cuando cruzo un afectuoso saludo, es que a veces el destino nos encuentra, increíblemente antes de ingresar a nuestros respectivos salones de clase, en las que él se dedica a enseñar las Ciencias Jurídicas con atención y esmero, y yo a desaprender con mis alumnos del aburrido curso de Derecho Registral, que creo es la forma mas genuina de alcanzar la sabiduría sin complicaciones.

Lo que le agradezco a la abogacía es que esta carrera ha permitido mantenerme en la edad inmadura, conocer a idiotas inimaginables, a patanes monstruosos, a gansters oliendo a Hugo Boss, a tipejos que han creído que el poder es eterno, en fin...., pero lo bueno y los mas importante es que esta humilde profesión me regaló a los grandes amigos que son ustedes, a quienes admiro y por quienes guardo el mas grande agradecimiento, ya que hasta ahora tienen a bien soportarme.

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