Desde pequeño me incliné por las minorías, recuerdo aquella tarde de invierno a los cuatro años cuando mi padre me llevó a ver al Muni, la simpatía y el afecto fueron inmediatos, quedé deslumbrado por esas once camisetas cruzadas de rojo, que atildaban un fútbol de verso como las canciones de MAO, luego me enteré que la selección también las usaba, pero esa es otra historia; definitivamente, en aquel clásico moderno, la hinchada merengue era mayoritaria, dicha circunstancia inclinó la balanza, por eso no padezco preocupación alguna por ver a la música criolla o música de la costa peruana como la denominan los estudiosos, confinada en algunos centros musicales y en algunas salitas clasemedieras de mi ciudad aún tres veces coronada, en donde los buenos cantores y las sentidas guitarras unen sus voces para entonar un vals criollo.
Acaba de terminar un fiesta en la Plaza de Armas o Plaza Mayor en la que nuestro jamás simpático Alcalde, acompañado de una guasona sonrisa, intentaba tímidamente un arritmico paso cumbiambero, la muchedumbre esta noche colmó hasta la histeria ese lugar de nuestra bella ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, realmente impresionante, es que definitivamente los Hermanos Cinco y el Grupo Yaipén (algo así se llaman) congregan esas multitudes a las que siempre les he sido esquivo, en hinchaje y en gustos musicales.
Sin embargo, con afán contradictorio, la realidad nos dice que los himnos nacionales peruanos, son las canciones de la autoría de Manuel Raygada y Augusto Polo Campos, porque cuando la peruanidad lo requiere, allí está nuestra música de tres cuartos para hacerle frente al olvido, la desidia, la corrupción, las goleadas que recibe nuestra selección de fútbol y el aliento al ejército peruano que tiene tantas o mas guerras perdidas que el coronel Aueliano Buendía. Inclusive cuando algo es muy previsible, dice el dicho, "estaba más cantada que El Plebeyo", poema de la inspiración de quien firmó la partida de nacimiento del vals criollo como lo es el maestro de maestros don Felipe Pinglo Alva.
"Amor por tí pude saber que se vive una vida......", "mientras en el poniente, el sol se hace una raya....... y creo que algún día la espina se hará rosa....", porque "....de la noche triste en que te fuiste, no recuerdo en mi amargura...." ....es que "aún no puedo acostumbrarme a la idea, que se haya ido y la extraño aunque no quiera....", es el colage pirateado que te regalo mi amada, de las plumas de Serafina Quinteras, Manuel Acosta Ojeda, Mario Cavagnaro y Raúl Valdivia.
A propósito, Chabuca decía sobre su añorada Lima: "pudieron más los Alcaldes que sus terremotos" y eso que no conoció al actual, ese espantapájaros que se está encargando de borrar cualquier vestigio de bohemia y buen gusto, dicen que ahora construye, con braquicéfalo entusismo, una gigantezca escalera amarilla que nos llevará a la estupidez sin atenunates; gracias a Dios la señora Granda comparte envidiable lugar en cielo con mi tío Arturo y muchos buenos criolloa que desde allá con algo de pena ven lo que se está haciendo de su ciudad, porque en estos tiempos "son las veredas silentes, aposentos del mendigo, del ebrio, de aquel amigo imaginarios del demente, urinario improvisado del que se caga en la nota, oficina del que explota niños de otro vencindario" .... como lo sentencia Fernando Rentería, buen cantautor y mejor amigo, con el que a veces componemos no en coautoría, para que la APDAYC no nos persiga, sino en complicidad, que es la mejor forma de atentar contra el orden establecido en otorongolandia.
Un abrazo bloggero por nuestro día a la "Buena Familia", mis hermanos de toda la vida, Carlos Loyola, Orlado Soto, Nico Carazas, Yayo Carmelino, el "Curro" Enrique Lissón, el chino Bonilla, Cesitar Curay, Frank Gómez, el cabezón César Cano y Fernando Acosta, sacerdotes de la diosa noche y paganos adoradores de la bohemia. Desde acá una oración por los que moran en otras latitudes y ya no están en este valle sagrado de la impunidad, como Pepito Jhon y Segundo Campaña.
Un recuerdo siempre a Rossana Molina una de las expresiones canoras femeninas más grandes de nuestra música, gracias por la paciencia y la oportunidad que nos regalara y así poder compartir escenario durante buen tiempo con "La Tertulia", en mérito a la cordial invitación de Carlitos Dávila conductor y productor de "Jarana Criolla" que se transmitía en RBC televisión y quien diera la oportunidad a mucha de la figuras de nuestro cancionero cuya luz propia ahora alumbra sus presentaciones.
Bueno, los dejo, luego caigo sin invitación de Anita Macalupú y Jorge Figueroa a "Entre Amigos" un rinconcito criollo de mi barrio de abajoelpuente, trinchera irreductible de nuestra tradición y lugar donde a veces recala mi andar trashumante los sábados por la tarde, para cantar y bailar un valcesito que nos gusta tanto.
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